(La Tour de Belém, Lisbonne)
Loado seas porque hasta en mi desdicha me alojaste en casa
Y la fidelidad que prometiste legar la conservaste
Loados aquellos que escribieron antes que nosotros
porque ellos comprendieron,
loados porque aun en la quiescencia entendieron.
Bienaventurado tú
que me acogiste en la desdicha
Bienaventurado tú
que me mostraste un camino
Bienaventurado tú
que llamaste en el preciso momento
y aun sin la palabra perfecta ofreciste placebo a mi dolor
al dolor de ese segundo que tanto temió (y me abandonó)
Y la fidelidad que prometiste legar la conservaste
Loados aquellos que escribieron antes que nosotros
porque ellos comprendieron,
loados porque aun en la quiescencia entendieron.
Bienaventurado tú
que me acogiste en la desdicha
Bienaventurado tú
que me mostraste un camino
Bienaventurado tú
que llamaste en el preciso momento
y aun sin la palabra perfecta ofreciste placebo a mi dolor
al dolor de ese segundo que tanto temió (y me abandonó)
RR
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